Foam roller para relajar la musculatura

Conoce una de las herramientas más útiles para relajar y liberar tu musculatura después del ejercicio o al final del día: el foam roller.

¿Eres deportistas o practicas deporte de forma habitual? ¿Sabes qué debes hacer tras una sesión de entrenamiento para relajar tu musculatura? ¿Llegas a casa después del trabajo y notas rigidez o tensión en tu espalda o piernas?

El foam roller es un rodillo de espuma de forma cilíndrica, que puede ser hueco o compacto. Lo utilizamos para apoyar nuestro peso corporal de una forma concreta y, gracias a la realización de una serie de movimientos, nos permite relajar la musculatura.  

Hoy en día es cada vez más común ver a gente trabajar con este tipo de elementos, ya sea en gimnasios o en casa, pues ofrece unos beneficios muy interesantes como complemento al ejercicio, independientemente de que seas amateur o profesional. El fisioterapeuta o el preparador físico será el profesional encargado de indicarte cómo utilizarlo y cuándo hacerlo, además de indicarte qué beneficios puede obtener tu organismo si haces un uso correcto del foam roller.

¿Cómo actúa el foam roller?

El foam roller actúa sobre tu sistema musculo-esquelético a través de los mecanorreceptores que tenemos en los músculos y demás tejidos; ellos son los encargados, entre otras cosas, de informar del tono en el que se encuentra nuestra musculatura. 

El rodillo puede provocar diferentes efectos ya que, al aplicar presión o movimiento en un músculo, mejoramos la vascularización de éste, ayudamos a reducir la rigidez que pueda presentar el mismo, ya sea por la activación o sobresfuerzo tras un ejercicio físico o por una postura mantenida en nuestro día a día, ya sea en casa o en el trabajo. 

¿Qué beneficios podemos obtener al utilizar el foam roller?

Aunque no existen estudios que demuestren la eficacia de este utensilio, nuestra experiencia como profesionales del movimiento, así como los testimonios de nuestros pacientes, nos permite afirmar los grandes beneficios que produce el uso del foam roller. Los estudios, sin embargo, sí parecen ir en la línea de que el foam roller podría producir mejoras en la flexibilidad y sensibilidad mecánica de los tejidos como: vasos sanguíneos, músculos, fascias o tejido neural, dependiendo, evidentemente, de la región donde lo apliquemos y del movimiento que se realice.

Algunos de los beneficios que nosotros encontramos a nivel clínico son: 

  • Incremento del rango articular
  • Recuperación después del ejercicio
  • Reducción de la rigidez y mejora de la tensión de la musculatura. 

El foam roller tiene la ventaja de que puede usarse no solo después, sino también antes del ejercicio, como parte del calentamiento, para activar y preparar la musculatura o para mejorar ciertos rangos de movilidad que puedan presentar ciertas limitaciones, disminuyendo la rigidez y permitiendo, posteriormente, una mejor ejecución de los ejercicios que se vayan a realizar. 

Además, el uso del foam roller ayuda a acelerar la recuperación muscular, disminuye las posibles sobrecargas que puedan aparecer tras un ejercicio físico, relaja la musculatura y libera zonas de mayor rigidez producidas por posturas mantenidas durante una jornada laboral, o por esfuerzos repetidos en el trabajo. 

 

Como conclusión, el foam roller es un elemento fácil de conseguir y de utilizar, que aporta multitud de beneficios para nuestro organismo, como todos los mencionados anteriormente. Además, se puede incluir en la rutina habitual de ejercicios sin que eso suponga una complicación añadida. Ahora bien, el foam roller nunca podrá sustituir, en caso de que fuera necesario, el trabajo realizado por un fisioterapeuta o profesional especializado cuando tenemos una patología.

Aquí tenemos un ejemplo de ejercicios para poder trabajar con esta herramienta:

Ejercicio con el foam roller en miembro inferior

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Ejercicio con el foam roller en tronco / columna

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