Tratamiento de cervicales o cervicalgia

Es un problema muy común que, si no se trata de forma adecuada, tiende a ser persistente y recurrente. El 70% de la población lo ha sufrido o puede sufrirlo a lo largo de su vida.

Los síntomas del dolor cervical pueden estar asociados a dolor de cabeza (cefalea), mareos, inestabilidad e incluso puede generar irradiación hacia miembros superiores, (cervicobraquialgia). En ocasiones suele ser frecuente la limitación de la movilidad cervical y alteraciones de la musculatura.

Utilizamos técnicas como la electrólisis percutánea intratisular ecoguiada (EPI) que, combinada con terapia manual y osteopatía, nos ayudará a mejorar el tejido dañado y liberar la musculatura.

Por otro lado, contamos con numerosas terapias activas como son Reeducación postural global (RPG), Redcord Neurac y Readaptación. Estas terapias nos permitirán valorar al paciente de forma individualizada y comenzar a realizar ejercicios específicos para cada patología. Con ello, conseguiremos mejorar el control motor, preparando el sistema para evitar posibles recaídas en el futuro.

Para completar todo el tratamiento, contamos con la última tecnología que nos ayudarán a disminuir el dolor, inflamación y conseguir una rápida regeneración del tejido, como son el láser super pulsado de alta energía o el Sistema Super Inductivo (SIS), en casos más agudos contamos con el Physicalm, que nos ayudará a generar un gran efecto analgésico. En casos donde hay procesos de artrosis avanzada o degeneración a nivel discal contamos con la terapia MBST – Resonancia Magnética Terapéutica; ésta produce un campo magnético que nos ayudará a regenerar las células dañadas así como a mejorar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la funcionalidad.

Importancia de tratar la cervicalgia a tiempo

Es importante un tratamiento precoz en el momento en el que empiezan a aparecer los primeros síntomas. Cuando el tratamiento no se realiza de forma adecuada o comienza de forma tardía, pueden aparecer diferentes adaptaciones posturales que agravaran más aún la patología, generando cuadros cada vez más complejos, lo que conllevará a alargar más el tiempo de tratamiento.

Un tratamiento precoz y un diagnóstico correcto, junto con las pautas adecuadas, nos asegurará una recuperación completa, evitando posibles recaídas.

• Traumatismos (latigazo cervical), muy frecuente en accidentes de tráfico.
• Malas posturas asociadas, posturas inadecuadas en el trabajo, pasar largas horas frente al ordenador, etc.
• Malaoclusión mandibular o la incorrecta alineación de los dientes.
• Problemas de visión.
• Enfermedades inflamatorias (artritis reumatoide o espondilitis anquilosante).
• Alteraciones viscerales. Muchas afectaciones viscerales pueden generar dolor referido en la zona cervical, por esto será fundamental una valoración adecuada, así como un tratamiento global de todo el sistema.
• Radiculopatías (protusiones, hernias discales, etc.).