Tratamiento para el esguince de tobillo

El fisioterapeuta realizará, de manera individual y personalizada, un plan de tratamiento y distintos ejercicios destinados a restaurar la funcionalidad total del tobillo. Este tratamiento manual suele ir acompañado de técnicas como: la Electrolisis Percutánea Intratisular (EPI) ecoguiada o la diafibrólisis percutánea (ganchos).

Además, como ya se ha comentado, para el tratamiento de los esguinces de tobillo contamos con distintas tecnologías como son:

• Vacumed y Vacusport, cuya función es disminuir lo más rápido posible el edema e incluso el hematoma;
• Imoove, para trabajar de manera activa el sistema propioceptivo del tobillo y evitar recidivas;
• Neuromodulación y láser de alta potencia, que permiten rebajar la inflamación y el dolor.
• SIS y Ondas de Choque.

Según la gravedad de la lesión, establecemos 3 tipos de esguinces, lo que conllevará una disminución funcional mayor o menor de la articulación afectada:

• Esguince de Grado I: se produce por el sobre-estiramiento del ligamento, lo que provoca una ligera hinchazón. El ligamento sólo sufre una distensión pero no llega a haber rotura. En caso de que se llegara a producir un desgarro, éste no afectaría a más del 5% del ligamento.
• Esguince de Grado II: en este grado el ligamento ya sí sufre un desgarro o una ruptura parcial.La hinchazón en la zona es instantánea y dolorosa al tacto, y pueden afectarse también otras estructuras como la cápsula articular, lo que desemboca en derrame y amoratado de la zona. La inestabilidad articular es leve, pero se ve afectada.
• Esguince de grado III: aquí se encuadran las lesiones más graves de los ligamentos, las roturas, pudiendo ir acompañadas de arrancamiento óseo, necesitando, así, de intervención quirúrgica. La radiografía es indispensable, en estos casos, para detectar las características de la lesión ósea. La inmovilización suele ser de 3 a 4 semanas y, posteriormente, se procede a realizar el tratamiento osteopático y fisioterapéutico.