Jesús Castilla nos cuenta su caso

En diciembre de 2015 siento un dolor intenso al respirar, no puedo andar, conducir se vuelve complicado. Visito el hospital público, una exploración simple y sin más valoración que el propio tacto de las manos del doctor, una sobrecarga muscular decía. No podía ser eso, sé qué es una sobrecarga no es la primera vez que hago deporte doctor. Hasta 4 visitas por urgencias porque ya era imposible respirar, el dolor ocupaba toda la espalda, más tarde. Traumatología deportiva privada un doctor conocido y amigo de la federación me valora y me realiza una ecografía, mi sospecha se cumple y no tengo sobrecarga muscular, tengo una rotura completa del dorsal ancho, subescapular y romboides de la zona derecha, necesita tiempo de recuperación y rehabilitación, acepto y pasa buena parte de tiempo. Vuelvo a la pileta, entreno y voy al campeonato de Andalucía, con un dolor un tanto extraño y tirante en la zona lumbar, será el comienzo de volver, pobre de mi pensamiento. Llegó Julio, estoy en «mi pueblo» donde trabajo, pero al 2° día un tirón en la zona lumbar me impide incorporarme y un dolor muy intenso me impide andar, esta vez toca radiografía y resonancia, un gran quiropráctico me trata en Fuengirola y me da una mala noticia: «A consecuencia de la rotura del dorsal ancho tienes una rectificación lumbar, degeneración discal y protusión en la L5» no te preocupes estas bastante mal pero has llegado a tiempo si lo hubieras dejado quizás no estarías ahora de pie, pasa un tiempo. El tratamiento me hace mejorar puedo andar 20min al día fraccionados en series de 10 min, pero ocurre algo que no imaginaba el dorsal ancho seguía dolorido, sí, la rotura continuaba abierta y estaba afectando a la zona lumbar, este tratamiento ya no podía mejorarme porque no era solo cuestión vertebral, el músculo también estaba afectado y repercutía a gran escala en dicha zona, por tanto no tenía esperanzas de volver a la normalidad, solo caminar y dar gracias por poder andar, pero un gran amigo de Sevilla nos comentó a mis padres y a mi sobre una clínica de fisioterapia y osteopatía avanzada especializada en hernias discales y antes de someterme al quirófano del cual no hay porcentaje elevado de satisfacción visitamos la Clínica Luis Baños en Jaén, nos explicó en que consistía el tratamiento y decidí probar suerte. Sesiones dolorosas con EPI, manipulaciones, fortalecimiento con Redcord de zonas repercutidas por la lesión, más tarde ejercicios con thera-bands, recuperación de tejido muscular con Láser. 5 sesiones hacen hoy y dentro de 2 semanas me dan el alta, he trabajado a diario los ejercicios que me mandan, he tenido paciencia, he bromeado acerca del uso de mi silla ortopédica sin la cual no hubiera podido sentarme en clase y hoy es el día, uno de los dias + alegres porque estoy volviendo a ser yo, diciembre 2015 empieza todo, meses de dolor físico y psíquico, este 2017 solo pediré que siga habiendo buenas personas en este mundo, porque gracias a mi familia y a estas personas que han llevado mi tratamiento hoy puedo andar y pronto correré, nadaré y pedalearé tan fuerte como antes de este peldaño, que ha durado lo suyo pero que jamás hubiera sido superado sin vuestra ayuda, UN MILLÓN DE GRACIAS ES POCO!!!!

Tratamiento de las hernias de disco en la Clínica Luis Baños

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