Artrosis

¿Qué es la artrosis?

La artrosis es una enfermedad reumática que afecta a las diferentes articulaciones del cuerpo y que provoca una degeneración del cartílago.

El cartílago articular se encuentra recubriendo los extremos de aquellos huesos que se unen para formar las articulaciones. Cuando este cartílago articular se desgasta, produce dolor, rigidez e incapacidad funcional.

Esta sintomatología puede cambiar en función de la articulación afectada y de lo avanzado del proceso degenerativo. En los casos en que produce dolor, éste aumenta al realizar un sobreesfuerzo o a medida que avanza el día. Si, por el contrario, se siente cierta rigidez, suele manifestarse después de un determinado tiempo de inactividad.

Existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer artrosis:

• La edad: a mayor edad, más probabilidad de padecer artrosis.
• El sexo: las mujeres tienen más artrosis que los hombres.
• La obesidad, determinadas actividades laborales y el excesivo ejercicio físico: todas ellas provocan un sobreesfuerzo de la articulación, que podría sobrecargarla y producir una lesión del cartílago.

Tratamiento de la artrosis con la Resonancia Magnética Terapéutica

El tratamiento más habitual para la artrosis es farmacológico. El médico especialista solía recetar o bien fármacos analgésicos y antiinflamatorios de acción rápida (paracetamol, antiinflamatorios orales y opioides), o bien fármacos de acción lenta. Tanto unos como otros ayudan a controlar el dolor y hacerlo más llevadero. Pero los fármacos de acción lenta, además, ayudan a preservar el cartílago y a frenar la evolución de la enfermedad. Entre estos destaca el ácido hialurónico, que debe administrarse mediante una infiltración en la articulación afectada.

Con la aparición de la Resonancia Magnética Terapéutica se posibilita el tratamiento de la artrosis de una forma no invasiva e indolora y sin la necesidad de tomar medicamentos. Con un tratamiento de 7 ó 9 sesiones de 1 hora de duración, ya sea en la Arthro Spin Flex o en la Arthro Spin Lift, según convenga por la zona a tratar, se consigue activar las células del tejido dañado, cartílago en el caso de la artrosis, y provocar una regeneración de éste.