Tratamiento postoperatorio de la mamoplastia

La mamoplastia de aumento es un procedimiento quirúrgico estético en las mujeres, cada vez más común y demandado, con el fin de mejorar su aspecto físico, ya sea aumentando o realzando el escote femenino.

La mamoplastia de reducción es la intervención quirúrgica para disminuir el tamaño de la mama, ya sea por razones estéticas o porque produzca problemas físicos.

Tras la intervención, es normal que se altere la postura, pudiendo provocar la aparición de molestias en la zona cervical, dorsal o lumbar. De ahí la importancia de un tratamiento postoperatorio global tras una mamoplastia.

Además, en el caso de aparecer alguna complicación de la cirugía, como adherencias de la cicatriz, el tratamiento de fisioterapia será de vital importancia para resolverlo.

Realizamos drenaje linfático manual y terapia manual con el fin de evitar posibles encapsulamientos de la prótesis y evacuar el edema si lo hubiese. Trabajamos la cicatriz con LPG, una tecnología de vanguardia de vacum drenante y desfibrosante, y técnicas manuales para evitar que se produzcan complicaciones de cicatriz como queloides, mejorando la elasticidad y la flexibilidad de la piel. Con todo esto ayudamos a recuperar la sensibilidad táctil y térmica de la mama que puede alterarse tras la intervención.

El tratamiento suele comenzar a los 4-5 días de la intervención, y tiene una duración de un mes, aproximadamente, que es cuando se ha conseguido la remisión total de la sintomatología de la paciente.

IMPORTANCIA DEL TRATAMIENTO POSTOPERATORIO DE LA MAMOPLASTIA

En caso de no realizar el tratamiento postoperatorio de la mamoplastia, existe una alta probabilidad de que aparezca dolor en las cicatrices, e incluso podrían llegar a ser más visibles por la falta de flexibilidad del tejido.

Además, la recuperación posquirúrgica puede resultar significativamente más lenta y es posible que se mantengan en el tiempo algias en columna cervical o dorsal por las compensaciones musculares provocadas por la inmovilización inicial tras la cirugía.

El autoexamen también debe incluirse en la rutina de la prevención de cada paciente.

Si se trata de una mamoplastia de aumento, es importante estar informada de las características de la prótesis. Todos los implantes tienen un documento informativo con todos sus datos y el material utilizado. Además, aportan información sobre las precauciones y riesgos.

Será importante, también, pedir asesoramiento al cirujano antes de la intervención. Él analiza las mejores opciones para llevar a cabo la colocación de la prótesis y decide, junto a la paciente, la forma, el tamaño y el modelo para ella.

Es fundamental que conozca la existencia de cirugías anteriores y el tipo de cicatriz que, el cuerpo de la paciente, suele tender a hacer. Además, si se trata de una intervención de reemplazo de una prótesis anterior, el cirujano debe conocer todos los detalles de la anterior intervención para lograr el mejor resultado.

El tamaño de la prótesis de mama debe adaptarse al pecho y no el pecho a la prótesis. Los tejidos del pecho tienen unas características y limitaciones anatómicas que deben ser consideradas al elegir el tamaño del implante; eso permitirá conseguir un resultado natural y una adecuada evolución a lo largo de los años.